¿Te acuerdas, mi vida, de cuando los niños eran pequeños? Cómo ha pasado el tiempo. Parece que fue ayer cuando sonaba el despertador a las siente en punto de la mañana y había que despertarlos. Marta era tan retozona. En cambio Alberto y Laura empezaban a jugar antes, incluso, de desperezarse. A veces creo que mimábamos demasiado a la caprichosa de Marta. Pero era tan melosa y juguetona. A ti siempre te convencía de todo lo que se proponía. Me acuerdo de aquel verano en Cerdeña cuando se le ocurrió hacer submarinismo y terminaste vestido de buzo sin saber, tan siquiera, nadar. Qué risas nos pasábamos los cinco ¿Sabes, mi vida? A veces, no recuerdo cómo era la vida antes de ellos. Cómo éramos tú y yo antes de entregarnos a la tarea de ser padres. No me acuerdo en qué momento lo decidimos, quizá nunca lo hicimos. Alberto fue fruto de la pasión del principio y la falta de cuidado, claro, pero Laura y Marta no recuerdo en qué momento las hicimos. Laura creo que fue después de nuestra primera crisis, en la reconciliación de tu historia con la siempre fantástica y atenta secretaria para todo, de tu bufete. Pero Marta ¿cuándo hicimos a Marta? ¿Había nacido cuando tú estuviste trabajando en Londres ó la hicimos en una de tus escapadas para verme en aquella época? Ay amor, la verdad es que no soy capaz de recordarlo. Tampoco te recuerdo a ti haciendo otra cosa que ser padre, ni a mí haciendo otra cosa que cuidaros…
- ¿Acepta a Francisco García García por esposo?
- No, no acepto.
- ¿Acepta a Francisco García García por esposo?
- No, no acepto.
12 comentarios:
Y duele tanto ese no...
Y que sea lo que Marta quiera.
Al fin regresa mi hermosa blogger se le extrañaba, saludos desde Puebla, Mexico
Es q... desde lo de Dinio el y q la noche los confunde el apellido Garcia...
Un beso mi niña , me alegro de volver a leerte.
Vaya momento que elige para ponerse a pensar...
pobre Fernando
*Francisco
Sí, así es el matrimonio. ¿Nos casamos? Es para estropear que te echaba de menos.
que realidad mas grande nos as relatado.
un saludo
Me alegra ver que después de tanto silencio vuelves con tu exquisito modo de contar las cosas.
Queda uno prendado y prendido de ciertos recuerdos tanto como de ciertos olvidos.
Lo cierto es que a veces el pasado duele y uno quisiera bien rectificarlo.
O incluso negarlo.
Besos.
Ahora que había conseguido desengancharme de su prosa vuelve a la carga. No sabes la alegria que me da retomar el vicio de leerte.
Estupenda forma de regresar.
Tal vez, y solo tal vez, no recuerdas cuándo ocurrió lo de Marta porque, tal vez y solo tal vez, no fue él.
Me alegro de volver a leerte.
:*
Al fin actualizas, gracias.
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