Red

Paseando por el valle cibernético, paraíso invertido de la soledad humana, hallé el cambio.
Me situé en el lugar del principio, anuncio inminente del final presente.
Me divertí, jugué, aprendí a no querer queriendo, a mentir y a morir por dentro, mientras vivía por fuera con la mentira de no saberme engañada.
Sabia en mi ignorancia, me creía dueña de mí y mis pensamientos, cuando en realidad estaban al alcance de la manipulación de cualquier terrorista, y yo había dejado de ser mía, para ser de Nadie.
En mi paseo me encontré con los seres de alma, pero sin voz. Conocí a los humanos sin sueños. A los inmigrantes de la realidad con la moral frustrada. A los espíritus del purgatorio. A los monstruos de un solo ojo... Y a Nadie, también conocí a Nadie. Dueño de mí sin justificación aparente, pero con razones de sobra, en las que se basaba para mantenerme aquí, quieta, frente a Él, sin miedo, pero temblando por la novedad de no entender nada y sentir todo.

NOTA: este texto tiene más de cinco años.

5 comentarios:

Adúlter dijo...

Sólo leer la cabecera ya supe que me iba a agarrar lo que hay dentro.

Me bastó ojear un poco --hoy no me da para más-- para introducir un marcapáginas en esta hoja.

Me dejaré caer.

nasty dijo...

Siempre he procurado no implicarme más de lo debido en este "cibermundo",no deja de ser un sueño que se plasma delante de ti,y es peligroso confundirlo con la realidad de nuestras vidas pues tan solo son ceros y unos,cada vez que me ha llegado a rozar alguna historia de las muchas que llegas a conocer en el valle del que hablas,he sufrido...de tal modo que ya me lo tomo todo como una mera película en la que sabes que jamás podras conocer al protagonista que encarna esa escena que tanto te gusta.....
(creo que ya me estoy liando)

Edu Solano Lumbreras dijo...

NO te mueras sin decirme a dónde vas.

Ahora que te has dado cuenta.
Que es verdad quien hay que guarda secretos y vende vacío.
Pero tamnién están los que esconden tesoros y regalan vida.

(me hisciste sonreír, nasty; porque es exactamente eso, un sueño que se planta ante ti, que es peligroso confundir con la realidad, pero que, no sé por qué extraña intuición, creo que pellizcando un poco en los bordes, a la realidad podríamos transformarla. O por lo menos modificarla un poco, lo mismo que el aleteo de una mariposa, y cruzar los dedos para que los científicos que teorizaban acerca del caos, estuvieran en lo cierto)

ybris dijo...

No es poco haber conocido a Nadie y a tantos otros, con todas las limitaciones que se quieran.
No entender nada y sentir todo es la recompensa.
Y cuando el final se hace presente, nadie podrá quitarnos el cambio hallado.

Muchos besos.

Anónimo dijo...

Vuestro concepto de la realidad me resulta perturbadoramente estático. Temo que esteis equivocados y que sufrais más debido a ello.

Bonito texto Vanessa, ¿cuando lo escribiste hace 5 años eras vanessa o unahijadeputaconclase?