Sábado por la mañana: madrugo anormalmente porque vienen del supermercado a traerme la compra. Desayuno y me meto en la ducha, suena el timbre, es la encantadora vecina del primero. Se da la siguiente conversación:
- Señorita, por Dios, se me está inundando el piso.
- (A mí qué coño me cuentas) Uy pues yo no soy seguro, será la de abajo.
- No señorita, es que también llamé a su puerta y no me abrió.
- (Ya, porque es más lista que yo) Pues no sé, no estará.
- ¿Está usted usando el agua?
- (¿A ver hija mía, no ves que estoy chorreando y con el albornoz puesto?) Pues me estaba duchando.
- Por favor no use más el agua que voy a llamar a un lampista.
- (Qué manera de joder) No se preocupe. En un rato bajo a ver qué ha dicho el lampista.
- (A mí qué coño me cuentas) Uy pues yo no soy seguro, será la de abajo.
- No señorita, es que también llamé a su puerta y no me abrió.
- (Ya, porque es más lista que yo) Pues no sé, no estará.
- ¿Está usted usando el agua?
- (¿A ver hija mía, no ves que estoy chorreando y con el albornoz puesto?) Pues me estaba duchando.
- Por favor no use más el agua que voy a llamar a un lampista.
- (Qué manera de joder) No se preocupe. En un rato bajo a ver qué ha dicho el lampista.
Media hora después. Ahora soy yo la que llama a su timbre:
- (Qué pasa hijas de puta, ¿habéis llamado ya al lampista? o vamos a seguir jodiendo todo el fin de semana, por cierto qué espanto de lámpara es casi tan fea como vosotras) Perdonen que las moleste ¿cuándo llegará el lampista?.
- Uy qué pena con usted señorita, no vendrá hasta el lunes por la mañana.
- (Eso qué quiere decir, ¿qué voy a estar todo el puto fin de semana sin poder salir de mi casa porque se os moja un poquito vuestra mierda de piso?) Vaya eso es lo que pasa en los países desarrollados (claro que qué coño sabréis vosotras que venís del puto culo del mundo para vivir vuestro lesbianismo, porque yo no me trago que sois hermanas) si buscas un abogado o un arquitecto los tienes a patadas, pero los lampistas están muy cotizados. Vamos a tener que buscar un marido lampista (encima soy simpática con las sudacas).
- Si, señorita tiene razón.
- (Si eso dame la razón que como encima me lleves la contraria no respondo de mis actos) Bueno, pues no las molesto más. No se preocupen que no usaré el agua en todo el (puto) fin de semana (estaréis contentas hijas de puta, ya me habéis jodido bien, os molestan los tacones a las tres de la mañana y os estáis vengando, pues os vais cagar, ahora mismo pongo la lavadora, aunque sólo meta unas bragas) Adiós señoras (cabronas).
10 comentarios:
No hace falta que lo jures:
¡Estabas de muy mal humor!
Da gusto ver cómo relaja imaginarse que decimos o hacemos lo que nunca diríamos ni haríamos.
Las delicias de la vida -casi-en común.
Besos.
Un mal día ¿eh? ;)
¿Te vuelvo a repetir lo bien que esta el piso de enfrente de mi casa? xDDDD
Tú duchate mujer, no tienes porque hacerles ningun favor xD
Que mala baba gastas jajaja
Que alegria más grande poder verme en tus ojazos
has retocado el texto...y recuerdo claramente lo que has suprimido.
una de dos, o no eres tan hija de puta o no tienes tanta clase.
Ha sido algo puramente estético…
jajaja,esa respuesta te cuadra más.
Muy bueno...
Hija de puta con clase???
En mi pueblo se te llamaría hipócrita, pero bueno :) <-- sonrisa de hipócrita, por si hay que explicártelo
Ahora, que los lameculos que te siguen... vaya delito jajaja
BORREGOS
A mi los muy cabrones me obligan a pintar un trozo de la escalera. Pero quien coño dice que la mayoría tiene que tener razón, es sencillamente injusto y no garantiza para nada que lo que se haga sea remotamente lo correcto.
Puff! Mayorías a mi.
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