Historia de un amante

Él se alimentaba de lo que ellas le iban dejando al pasar por su vida. Por eso una relación larga significaba un estancamiento del que se veia incapaz de salir. Pero él no lo sabía.



Pocas cosas había descubierto por sí mismo, todo era fruto de lo que ellas le contaban, enseñaban o compartían con él. Por eso cuando ya había absorbido todo de una necesitaba volar a los brazos de otra a quien deslumbrar con lo aprendido y de quien aprender nuevos conocimientos para fascinar a la siguiente. Esta era su vida, una constante búsqueda de superación en los brazos de aquellas musas con pechos de sabiduría.

De María aprendió el gusto por la música, de Susana el interés por el arte, de mano de Petra conoció el cine de autor, de Pilar el buen comer, de Marta todo sobre los medios de comunicación, de Rosa aprendió filosofía, de Laura fotografía, de Herminia el placer de sexo lento, de Daría el gusto por la moda y de "ella" el amor. Así una tras otra le iban enriqueciendo hasta que llegó el momento en el que se convirtió en un suculento y apetitoso plato listo para degustar, ya que tenía un poco de todo y un mucho de nada.

Todas disfrutaron de la compañía y el saber hacer de aquel puzzle humano, nunca por demasiado tiempo. Pero el tiempo pasaba y él, sin apenas darse cuenta, empezaba a necesitar mucho más que una paleta de colores de la que sólo podía tomar un par de pinceladas, y se sorprendió así mismo llorando en soledad porque él que tantas cosas aprendió nunca supo estar solo.

Así pasaron el resto de sus días, en soledad y pensando si de aquellas mujeres alguna le habría querido de verdad y si la que le enseñó el amor aún seguiría pensando en él.

13 comentarios:

Raúl dijo...

Aprendió de todas ellas, menos de sus propios carencias. Error.

o' dijo...

Aunque es la primera vez que comento, siempre es un orgasmo leerte.

VISION DE ARLEQUÍN dijo...

JEJEJE, ES UN PLACER CONOCER GENTE NUEVA Y ESPACIOS NOVEDOSOS.
TE MANDO UN SALUDO DESDE ALGÚN ILÓGICO LUGAR DE MÉXICO.

QUE SINO DEL HOMBRE QUE DESCRIBES. EN ALGO ME IDENTIFICO.

TE SIGOOOOOOO.

ENCONTRE TU BLOG POR CURISIDAD Y CASUALIDAD, TE HE FIRMADO Y ESPERO NO TE MOLESTE. PASARE SEGUIDO POR AQUI. TE EXTERNO UNA INVITACION AL MIO.

"LA VIDA ES UN GRAN CIRCO, PERO SIN ESPECTADORES"

Israeliko dijo...

Excelente.
Y tan real, en ocasiones...

El título es fantástico.

theyedropper dijo...

Su error no fue asimilar lo que sus parejas escanciaban mas bien fue el no destilar un licor propio.

Para aprender solo hay que tener orejas y ojos, para enseñar hacen falta un par de cojones.

Anónimo dijo...

No parece mala cosa un hombre que aprende; pero aprender cosas sin hacerlas suyas no le adorna el alma ni calma su soledad. Ahora 'sabe' pero no siente o siente lo mismo que cuando no sabía. Y la soledad duele más. Una auténtica putada.

Miguel Baquero dijo...

Llego hasta aquí atraído por tu nick y me encuentro con un texto alucinante, por el que ha merecido la pena la travesía. Comparto la admiración de protagonista por las mujefres y todo lo que se puede aprender de ellas.

Lo dicho, un gusto hacer recalado aquí

Anónimo dijo...

... fantastico, me encanta.

Que no le quepa la menor duda, alguna seguro que también le ha querido por no decir todas, cada una a su manera...

Rosalamáshermosa

Peggy dijo...

Como la vida misma , tarde se aprende que no es bueno estar solo
Te leo :) Saludos

Javier dijo...

Estoy seguro de que ella no seguía pensando en él, más bien al contrario, le olvidó, borró su recuerdo como si fuese de papel. Para ella él nunca existió, estoy seguro, completamente seguro.

CC dijo...

Alo? buscando buscando, he llegado hasta acá pensando q el contenido sería realmente duro... al releer el nombre de tu blog me di cuenta q si, q no soy quien oara juzgarte ni a vos ni a nadie de hijaputa (todavía sigo creyendo q en el fondo todos los seres humanos son buenos, waaaa jajaja) pero q tienes clase, sin duda!

Encantada de leerte :D
Un abrazo expansivo desde Argentina!

e.p.i. dijo...

Si, si me quisieron. Mas de una y mas de dos. Igual que yo (ahora) creo que las queria entonces porque sino no las echaria de menos. Para eso precisamente se invento la nostalgia. Como sustitutivo del amor. Estaria bien encontrar el antidoto o el sustitutivo de la nostalgia uno de estos dias.

La reina de la miel dijo...

Precioso texto. Haylos, haylos así, y no se sabe bien qué es mayor: si su sufrimiento o el dolor que reparten a su alrededor.