Nos cruzamos casi cada mañana. Él acompañado de su hermano y yo de mis prisas.
Hace algunos meses en la sala de espera del médico, coincidí con un matrimonio mayor que llevaba a su hijo, tetrapléjico, a su revisión mensual. Después de unos minutos se inició una conversación que jamás olvidaré.
La mujer tenía el rostro del sufrimiento, los suspiros eran las pausas entre sus palabras. Me contó como su hijo había llegado a parar a aquella silla y como por culpa de aquel accidente de tráfico perdió a su mujer, sus hijas y su propia vida. El hombre, aparentemente más resignado, me habló de su otro hijo. Un claun de cuarenta años que había trabajado por casi todo el mundo, pero que tras el accidente de su hermano abandonó su prometedora carrera para dedicarse a él. Vivía en pareja, según me contó el orgulloso padre, pero no quería tener hijos para poder cuidar a su hermano a tiempo total. Había prometido a sus padres que él se haría responsable de su hermano cuando ellos ya no estuvieran. Las lágrimas de ambos asomaban al contarme el sacrificio de aquel hombre que cada noche hacía reír en un famoso teatro de Barcelona.
Al despedirnos me dieron un flayer, cual fue mi sorpresa al comprobar que aquella obra que en él se anunciaba me había hecho reír años antes una noche de verano.
Nos cruzamos casi cada mañana, él acompañado de su hermano y yo de mis prisas. Pero él no sabe que yo sé que es un gran hombre.
Hace algunos meses en la sala de espera del médico, coincidí con un matrimonio mayor que llevaba a su hijo, tetrapléjico, a su revisión mensual. Después de unos minutos se inició una conversación que jamás olvidaré.
La mujer tenía el rostro del sufrimiento, los suspiros eran las pausas entre sus palabras. Me contó como su hijo había llegado a parar a aquella silla y como por culpa de aquel accidente de tráfico perdió a su mujer, sus hijas y su propia vida. El hombre, aparentemente más resignado, me habló de su otro hijo. Un claun de cuarenta años que había trabajado por casi todo el mundo, pero que tras el accidente de su hermano abandonó su prometedora carrera para dedicarse a él. Vivía en pareja, según me contó el orgulloso padre, pero no quería tener hijos para poder cuidar a su hermano a tiempo total. Había prometido a sus padres que él se haría responsable de su hermano cuando ellos ya no estuvieran. Las lágrimas de ambos asomaban al contarme el sacrificio de aquel hombre que cada noche hacía reír en un famoso teatro de Barcelona.
Al despedirnos me dieron un flayer, cual fue mi sorpresa al comprobar que aquella obra que en él se anunciaba me había hecho reír años antes una noche de verano.
Nos cruzamos casi cada mañana, él acompañado de su hermano y yo de mis prisas. Pero él no sabe que yo sé que es un gran hombre.
22 comentarios:
increible.... besitos guapa
Gracias por esta historia. Gracias por contarla de manera tan sencilla, y tan sentida.
Gracias, porque historias como esas,trágicas, heróicas, valiosas, nos hacen apreciar cada vez más lo que tenemos, lo que somos, lo que podemos llegar a ser, y lo que somos capaces de hacer cuando amamos sinceramente.
Ese tipo de cosas, me hacen dar gracias cada día.
Un beso
Aun hay gente que hace que cada día valga la pena.
Un saludo.
Yo también he sonreido con el vídeo. Este hombre, este gran hombre, ignora que esta noche despertó una sonrisa. O quizás lo intuye.
Un (b)eso...
es bueno el tío, me he reido..
Ay mi niña que bien lo pasamos aquella noche!
Hace poco estuve viendo las fotos y senti nostalgia.
Me da mucha penita esto que cuentas pero creo que muestra claramente que hay gente que carecen de egoismo, hay mucha gente buena , yo lo se y tu tb, por que tu eres una de ellas.
UN BESO MI NIÑA
El hombre es un gran artista pero muchísimo mejor persona. Una pequeña gran historia contada de una manera que si no es real debería serla .Me ha hecho meditar y he llegado a la conclusión que seguramente es una suerte no tener hermanos, así no me puedo poner en su lugar y darme cuenta de mi propia mezquindad al no tener el valor de apartarlo todo por mi familia.
Seguiré engañado creyendo que soy un buen hombre.
Gracias.
Hay tantas cosas que tu sabes que yo no y viceversa... tantas cosas que nos ocultamos los unos a los otros, las unas a las otras, los unos a las otras, las unas a los otros... y asi debe seguir siendo.
Interesante a pesar de todo...
impressionante y admirable.
¿qué no haríamos por la gente a quien queremos?
un saludo,
Deseo
Buenas...
Que dura historia; que bello vídeo...Que duro contraste.
Me encantas (me repito más que los ajos, sí, lo sé).
Genial tu entrada.
Emociona ver que la vida es la mejor de las escuelas y que aprendemos muchas cosas que hasta los interesados ignoran.
Besos.
Las grandes hazañas casi nunca son reconocidas, lo increíble de la historia es que este hombre sea capaz de vaciarse de cuando en cuando en un escenario.
Saludos de un "claun" frustrado.
Me gusto mucho!
Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir: Excelente este post, hasta el punto de hacerme salir de mi lectura silenciosa, y escribir:
De los blogs mas intensos y sorprendentes que he leido. Me agrada mucho tu manera de redactar y ver la vida desde diferentes facetas. Enhorabuena por seguir plasmando con estas letras estas historias que hacen reflexionar hasta el mas inquebrantable corazon.
Besos y saludos desde Cd. Juarez, Mexico
Después de leer la historia y cuando ya iba a ampliar la foto de Elvira para verla un poco mejor, casi sin darme cuenta me he secado una lágrima que corría por mi mejilla.
Uno, el crusaito.
Dos, el Briquindans.
Tres, el maiquelyason.
Cuatro, el robokop
que historia más grande!
felicidades por el blog!
saludos
=) Hablale...
Simplemente genial
La humildad es eso, simplemente
muakkkkkkkkkkkkkk
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